La entrada de hoy es cortita. Viene a ser un telegrama.
A mucha gente le gusta escuchar música de fondo mientras trabaja o realiza alguna tarea que requiere concentración.
Véase las playlist de piano, chill music, lofi
hip-hop, ruido blanco o las binaural beats, a.k.a ondas binaurales – esas que imitan parte de los patrones de transmisión de información del cerebro.
Hay que ser friki, ¿eh?
Sin embargo, poca broma con estas ondas.
¿Qué son?
Una ilusión.
Realmente no existen, sino que nuestro
cerebro las crea.
Un físico llamado Heinrich Wilhelm Dove -según internet- descubrió que, si se reproducen dos frecuencias diferentes, una en cada oído (utilizando auriculares para mayor efectividad), las frecuencias dividirían la diferencia en el medio, permitiendo a nuestro cerebro crear una nueva onda.
De ahí el nombre binaural (dos oídos).
Y dentro del espectro de estas ondas, existe un grupo de frecuencias que han demostrado tener un impacto directo en nuestra performance.
Concretamente en la respuesta reactiva, en el aprendizaje, en la memoria, en el recordatorio de información aprendida como la lingüística o la matemática, en la música y en la creatividad.
Y esas son las ondas binaurales gamma
– a 40 Hz.
Sin sonido de lluvia de fondo ni semejante,
puras.
Ni a menor ni a mayor frecuencia, 40 Hz.
De hecho, a mucho menor, 7 Hz (entramos en tetha), ha sido demostrado tener un efecto negativo.
Lo curioso es que los estudios fueron
positivos sobre todo cuando se escuchan media hora antes de comenzar la tarea.
Esto es porque el cerebro necesita un poco de margen para adaptarse al patrón – unos 15 minutos.
Pero una vez y se adapta, se nota el viaje.
¿Por qué a esta unidad?
Porque afecta directamente a la dopamina
estratial (una de las vías más importantes), aumentando su síntesis.
Y esta, está relacionada con la motivación y la concentración, ya que es el sustrato de la epinefrina (adrenalina) y juntas, como pili y mili, nos activan tanto mental como físicamente.
Además, esto implica una variación y
regulación del estado emocional, importante.
Pero no puedo traer mucho más ya
que esto está recién sacado del horno, y se están estudiando los mecanismos.
Aún así por lo pronto, ya tenemos ondas que sí nos ayudan a concentranos y a avanzar en nuestros objetivos.
Respecto a las de dormir por lo que sé no se recomienda ninguna porque intervienen en el ritmo natural de las fases del sueño, pero igual eso queda para otro post.
: – )
Nos leemos
Fuentes:
Huberman (review)
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